La crema de caramelo con mantequilla salada es para mí el sabor de Bretaña en su forma más pura. Ideal para decorar panqueques y muchos otros dulces, esta receta es fácil, rápida y, sobre todo, infalible.
Para preparar la crema, primero necesitas calentar el azúcar y el agua en una cacerola. A medida que el azúcar se calienta, se irá caramelizando, así que es importante no mezclar el azúcar con el agua para evitar que se queme. Una vez que el azúcar haya alcanzado el punto de caramelización deseado, añade la mantequilla fría y retira la sartén del fuego. Este paso es crucial, ya que la mantequilla se derretirá suavemente en el caramelo caliente.
A continuación, agrega la nata fresca a la mezcla y mezcla bien todos los ingredientes. Después de amalgamar, regresa la sartén a fuego alto por un breve momento antes de retirarla nuevamente del calor. Una vez que la crema esté bien mezclada y caliente, puedes dejarla enfriar en un frasco. Si prefieres una crema con una consistencia más espesa, simplemente añade un poco menos de nata fresca a la preparación. Así, tendrás una deliciosa crema de caramelo que evocará los sabores de Bretaña en cada bocado. ¡Disfrútala con tus postres favoritos!