El flan de calabacín y jamón es un plato popular que se puede disfrutar de diversas maneras, una delicia francesa adoptada por muchas culturas alrededor del mundo. La versión salada del flan es ideal para una comida rápida y sencilla, sin dejar de ser deliciosa. Este flan de calabacín y jamón es un ejemplo perfecto de cómo ingredientes simples pueden unirse para crear una comida sabrosa y satisfactoria que toda la familia disfrutará.
Para prepararlo, comienza precalentando el horno a 180 °C (Gas Marca 6). A continuación, lava los calabacines y córtalos en rodajas finas; si lo prefieres, puedes rallarlos. En una sartén, calienta un poco de mantequilla o aceite de oliva y añade los calabacines. Fríelos hasta que estén dorados y se haya evaporado toda el agua que contienen, lo que realzará su sabor y textura.
Mientras tanto, en un bol grande, bate los huevos junto con la nata fresca. Es importante condimentar esta mezcla con sal, pimienta y nuez moscada al gusto para darle un toque especial. Corta el jamón en cubos pequeños y agrégalo a la mezcla de huevo y crema, asegurándote de que todos los ingredientes queden bien distribuidos. Una vez que los calabacines estén dorados, incórporalos a la mezcla y combina todo con cuidado, hasta que esté bien integrado.
Luego, vierte la mezcla en una fuente para horno o en un molde para tarta. Hornea durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que el flan esté dorado y firme al tacto. Es recomendable dejar enfriar el flan unos minutos antes de servirlo. Este flan de calabacín y jamón se puede disfrutar caliente, templado o frío, lo que lo convierte en una opción versátil para cualquier ocasión. ¡Disfruta de este delicioso plato en familia o con amigos!